El dirigente social Oscar Gil, ve con asombro y precaución que las fiestas patronales del municipio Obispos se han convertido en un negocio, donde la esencia de las tradiciones se han perdido.
En Obispos se discute quien realizan las fiestas patronales y el más habilidoso o a conveniencia es a quien la agarra.
Oscar Gil manifiesta, que las fiestas hoy en día no tienen un fin social, antes se hacían para recaudar fondos para una causa justa, hoy se hace para lucrarse unos pocos.
En un recorrido por la comunidad de Borburata, habitantes nos hicieron saber algunas irregularidades suscitado en la celebración de su Santo Patrono, manifestando que la fiestas se hacen en un espacio público y las personas que quieran vender empanadas tienen que pagar un impuesto o alquiler disfrazado bajo la modalidad de colaboración por un monto desde 10$.
Gil, indica que la Alcaldía siendo el ente regulador no hace nada al respecto, bien sea por omisión o complicidad y no quiero sospechar o presumir que existan funcionarios involucrados, por la sencilla razón que no se han tomado cartas en el asunto.
Estás actividades deben ser organizadas y realizadas por un ente cultural y no por terceros para evitar estás irregularidades y de esta forma rescatar la cultura y tradiciones del pueblo, puntualizó Gil.
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