Andrés Bello pagó con la muerte de sus 9 hijos, su gloria, su renombre y sus honores



Barinas (Dimas J. Medina) El más grande humanista que haya conocido todo el continente americano, Andrés Bello vio morir a 9 de sus 15 hijos.

A propósito de los 242 años del natalicio de este extraordinario venezolano, nacido en Caracas el 29 de noviembre de 1781, hoy recordamos una conversación que sostuvo Andrés Bello con su sucesor en la rectoría de la Universidad de Chile, Manuel Antonio Tocornal.

"Recuerdo una conversación con el maestro, en la cual me contó que cuando era muchacho, entró en el dormitorio de su madre y oyó una voz que salía del gran Crucifijo colgado sobre el lecho" expresó Tocornal.

A decir de su sucesor, aquella voz extrahumana le anunciaba a Andrés Bello, gloria, renombres y gloria "y luego le decías: Pagarás todo esto con la muerte de lo que engendres, que serán también espíritus nobles y dignos de alcanzar la gloria".

El autor de grandes y referenciales obras literarias, hoy imprescindibles para los estudios gramaticales de nuestra lengua castellana, no era hombre capaz de creer en súper hechicerías, pero cada vez que la muerte le arrebata a uno de sus hijos, repetía adolorido: Ya me lo dijo el Cristo de Caracas".

Además de filósofo, poeta, traductor, ensayista, periodista y diplomático, Andrés de Jesús María y José Bello López, fue también maestro de nuestro Libertador Simón Bolívar, con quien emprendió igualmente el proceso de independencia de nuestra Venezuela.

Contratado por el gobierno de Chile, donde desarrolló grandes obras en el campo del derecho y las humanidades, Andrés Bello llegó a ese país en 1829 con su esposa Isabel Antonia Dum, con quién contrajo matrimonio el 24 de febrero de 1824.

Tras la muerte de su primera esposa, volvió a casarse. Tuvo 15 hijos, de los cuales vio morir a 9 en la Chile, donde alcanzó notoriedad por haber impulsado y redactado el Código Civil de ese país y por haber sido fundador de la Universidad de Chile.

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